jueves, 18 de octubre de 2012

magnetismo terrestre

                           La superficie terrestre es un campo de fuerzas cuyas líneas de acción señalan en cada punto de la Tierra una dirección: la dirección Norte–Sur magnéticos, la conocida como meridiana magnética. Esta línea de fuerzas es la que nos señala la aguja de una brújula.
Las meridianas magnéticas no son círculos máximos de la esfera, sino curvas, en ocasiones muy irregulares, que concurren en los polos magnéticos.
Los polos magnéticos no coinciden con los geográficos, por eso es importante determinar una magnitud que los relacione. El ángulo que existe entre la dirección que marca el Norte geográfico, que podemos determinar, por ejemplo, por la observación a la estrella Polar, y la dirección del Norte magnético, que determinamos mediante una brújula, se denomina declinación magnética.
El problema es que los polos magnéticos cambian constantemente de posición, lo que hace que la declinación varíe con el tiempo.
En un cierto momento en el tiempo, si unimos todos los puntos que tienen igual declinación, obtendremos una curva irregular llamada isógona. La línea que une los puntos de declinación nula, se denomina línea ágona, línea que separa los puntos de declinación occidental, es decir, en los que el Norte magnético está al oeste del geográfico, y los puntos de declinación oriental, que sería el caso contrario.





La primera prueba de la relación del magnetismo con las cargas eléctricas en movimiento fue descubierta en 1819 por el científico danés Hans Christian Oersted, quien encontró que la aguja de una brújula era desviada por un cable por el que circulaba corriente. Ahora sabemos que las fuerzas magnéticas entre dos cuerpos se deben principalmente a la interacción entre los electrones en movimiento de los átomos de los cuerpos; dentro de un cuerpo magnetizado, como un imán permanente, existe un movimiento coordinado de algunos electrones. Un campo magnético que cambia produce un campo eléctrico y un campo eléctrico variable origina un campo magnético, esto ha proporcionado métodos para formar los electroimanes tan útiles para mover grandes cantidades de chatarra.
Resumiendo, se pueden tener las siguientes conclusiones:
1.- La atracción de los cuerpos es un fenómeno de cargas
2.- En algunas atracciones las cargas son estáticas
3.- En el magnetismo la atracción es por cargas en movimiento
4.- El magnetismo se puede inducir e impedir
5.- Los fenómenos magnéticos tienen una gran aplicación en la vida cotidiana

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